La Ministra del Trabajo, Evelyn Matthei llamó a que se respete la dignidad de estas trabajadoras y anunció «tolerancia cero» frente a las malas prácticas laborales. En Chile, existen más de 160.000 trabajadores/as de casa particular, de los cuales un altísimo porcentaje corresponde a empleadas domésticas.
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Son las queridas nanas de nuestro país. Donde el presupuesto familiar lo permite, las empleadas ayudan a la dueña de casa barriendo, lavando, planchando, cocinando y cuidando a las y los niños y en todo tipo de labores del hogar.
Pero en muchas casas chilenas no se están respetando los derechos laborales de las empleadas domésticas. Por eso, la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, lanzó una campaña de fiscalización, que coincide con la votación a favor que hizo el gobierno de Chile, para que los derechos de estas trabajadoras sean respetados bajo el resguardo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Para reforzar su compromiso con el respeto de los derechos laborales de las empleadas domésticas, la ministra Matthei recibió en su casa a las principales dirigentes del gremio, con quien analizó la manera de mejorar el cumplimiento de la ley, que exige que todos los empleadores le hagan un contrato por escrito a la nana, y que se efectúe el pago respectivo de las imposiciones previsionales (Fonasa y AFP).
Tras compartir un contundente desayuno -servido por la ministra Matthei y por el subsecretario del Trabajo, Bruno Baranda-, la autoridad señaló que hacerle contrato a las empleadas es una obligación. «No porque una persona trabaje en la casa, no se le van a respetar sus derechos o se las va a tratar como trabajadoras de segunda categoría. Lo mínimo que uno puede hacer por alguien que trabaja en su casa, con su familia, es cumplir la ley y hacer el contrato de trabajo correspondiente”, señaló.
Y no sólo eso. Matthei agregó que desde el 1 de marzo pasado, el sueldo mínimo de las empleadas domésticas se igualó al del resto de los trabajadores. Antes de esa fecha, el sueldo mínimo de las nanas rondaba los $ 158.000, mientras que ahora no puede bajar de los $ 172.000, cifra que será reajustada a partir del 1 de julio, cuando entre en vigencia el nuevo salario mínimo.
Trato digno
La autoridad hizo un llamado a que los empleadores le den un trato digno a las empleadas domésticas, y señaló que el Ministerio del Trabajo tendrá tolerancia cero con malas prácticas laborales, que van desde el hecho de no hacer un contrato de trabajo, hasta maltratos físicos y verbales y el pago de sueldos mayores a lo que se cotiza para la previsión.
«Esas prácticas no las vamos a tolerar. No sólo en el caso de los trabajadores de casa particular, sino que en el caso de todos los trabajadores» dijo la secretaria de Estado.
La ministra Matthei señaló que la Dirección del Trabajo está reforzando la fiscalización en todo el país a raíz de este tema, y que ha instruido especialmente a este servicio para que tenga vivo el ojo ante posibles incumplimiento de la ley. Para esto, se están entregando folletos informativos en malls y plazas de todo el país, y en estaciones del Metro de Santiago.
Además, la secretaria de Estado recordó que las empleadas -y todos los trabajadores de casa particular, como mayordomos, jardineros, etc.— tienen una serie de beneficios cuando el jefe cumple y le paga las imposiciones.
Entre ellos:
- -Capacitación en Prevención de Riesgos en el Hogar.
- -Atención Médica Gratuita a través del Instituto de Seguridad Laboral.
- -Beneficio Indemnización a todo evento
La ministra Matthei también explicó que otro de los beneficios de hacer un contrato para estas trabajadoras, es que ésta queda cubierta por un sistema de indemnización a todo evento. Es decir, ya sea por despido o por renuncia voluntaria, cuando la empleada deja de trabajar en una casa, recibe su correspondiente indemnización, de acuerdo al tiempo que llevaba trabajando en el mismo lugar.
Esto, debido a que cuando el jefe le paga las imposiciones, un 4,11% de su sueldo se deposita en un fondo que se mantiene en la AFP de la «nana». Cuando ella renuncia o es despedida, la AFP le cancela su indemnización gracias a la plata ahorrada en ese fondo.
Por eso, la ministra Matthei hace un llamado para que todas las empleadas domésticas se informen de sus derechos en las Inspecciones del Trabajo y para que denuncien cuando son víctimas de abusos o incumplimiento de parte de sus jefes.