Las trabajadoras de casa particular en Chile han tenido meses agitados. Después de polémicas mediáticas en torno a circulares que vulneraban sus derechos y que las instalaba en una situación de abierta discriminación, las organizaciones y sindicatos han debido enfrentar a la opinión pública y cambiar la percepción que existe sobre su labor. Las mismas trabajadoras organizadas han exigido durante años, leyes que las protejan y medidas judiciales que sancionen la discriminación a su trabajo.
Se han conocido avances legislativos como el proyecto enviado al Congreso para regular sus horas de trabajo y las principales organizaciones de trabajadoras de casa particular, como Sintracap, han sido invitadas a las mesas de trabajo del Congreso y el ministerio del Trabajo. Otras organizaciones, como Sindutcap, han priorizado la autonomía y a exponer sus divergencias a estos proyectos de ley, que según indican, no estarían dando respuesta a las demandas de todas las trabajadoras.
Aida Moreno, histórica dirigenta de las trabajadoras de casa particular y que recientemente lanzó su libro Evidencias de una líder. Memorias de una trabajadora de casa particular”, dice que todas estas situaciones han ayudado a visibilizar mucho más las demandas del sector, “nunca se ha hablado tanto de las trabajadoras del servicio doméstico, como ahora. Ha habido medidas para mejorar las condiciones de las trabajadoras, y eso es muy positivo”.
“Las trabajadoras han ido creando organización, y ha habido mucho apoyo de las organizaciones de mujeres y organismos internacionales como la OIT (Organización Internacional del Trabajo). El hecho que nuestras trabajadoras estén organizadas, ha permitido los grandes avances, no ha sido otra cosa. Antes eran muy pocas las trabajadoras organizadas, no se pensaba que las trabajadoras de casa particular debían organizarse; entonces, el hecho de conformarse en asociaciones, ha permitido reales mejoras a las condiciones laborales”, puntualiza.
Sobre las trabajadoras de casa particular organizadas en regiones, aclara que la comunicación entre las orgánicas de la Región Metropolitana y de regiones, siempre ha sido fluida y están permanentemente intercambiando información, pese a que ha habido dificultades para conformar una gran confederación que agrupe a todas las organizaciones.
Por su parte, Emilia Solis de Sindutcap, es enfática en reconocer que las denuncias en torno a discriminación a trabajadoras de casa particular, han sido positivas para el movimiento, pero aún “queda mucho por hacer”.
“Está bien que los medios estén dando a conocer nuestra realidad. Creo que es muy positivo que se estén denunciando estos atropellos a nuestra dignidad, porque la discriminación que sufrimos es enorme y al menos, se crea conciencia de lo maltratadora que puede ser la sociedad con las mujeres trabajadoras”, indica.
Al referirse al proyecto de ley para hacer mejorar en los horarios, cuenta que es sólo para trabajadora de casa particular puertas afuera, lo que califica como un avance, pero que no se está tomando en cuenta la trabajadora puertas adentro, que también sufre las consecuencias de horarios extendidos.
“Queremos que ambas trabajadoras, las de puertas adentro y puertas afuera, sean beneficiadas con la ley, todas somos trabajadoras. La de puertas adentro es la más discriminada en estos momentos. Queremos ocho laborales para todas sin discriminación para ninguna”, plantea.